Seguir capacitándote es la mejor inversión
Invertir en tu educación podría ayudarte a seguir creciendo en lo personal y lo profesional, y una tarjeta de crédito te puede ayudar a ese propósito.

Vivimos en tiempos en los que ya casi nada asegura nuestra entrada al mundo laboral o el poder mantenerse en él. Afortunadamente el contar con estudios superiores y conocimiento especializado y vigente, siempre será un factor que hará que las empresas volteen a verte al momento de elegir al talento.
Volver a ser estudiante, realizar una maestría, doctorado, especialización, taller o curso, es la mejor herramienta con la que puedes equiparte para consolidar tu estabilidad laboral.
Recordemos que vivimos en una época en la que los ciclos tecnológicos duran muy poco tiempo vigentes y ciertas tecnologías se vuelven obsoletas demasiado pronto.
Por ejemplo, un estilista tiene que continuar capacitándose para aprender las nuevas técnicas que la moda demanda para lograr una apariencia al día, un chef tiene que aprender las nuevas técnicas de preparación que van surgiendo para poder ofrecer las experiencias culinarias más innovadoras, un arquitecto tiene que conocer las nuevas tendencias de diseño para conseguir un estilo moderno y diferenciador. En fin, los ejemplos y las profesiones pueden ser muchos, pero la variable que se repite es sólo una: seguir preparándose.
Ahora la pregunta es: ¿Tener más oportunidades es el único beneficio que me ofrece el seguir preparándome? Sin duda es el principal, pero no el único.
También puede volverte más protagonista. Adquirir un nuevo conocimiento te dará la confianza y seguridad para contribuir y opinar más al momento de tomar decisiones en tu trabajo. Esto, con el paso del tiempo, te irá consolidando como un líder y hará que la credibilidad en ti crezca; aspecto que te dará más visibilidad a la hora de tener que desarrollar los proyectos más importantes. Y por qué no subir de puesto, tener mejores ingresos y un mejor estilo de vida. Y hasta cambiar de trabajo por uno mucho mejor.
Otra ventaja de invertir en seguir preparándote, es que tu red de contactos crece. Hacer un posgrado, por ejemplo, hará que te relaciones directamente con otros estudiantes con extraordinarios perfiles. Lo que puede darte la oportunidad de que en el futuro, puedas materializar estas relaciones consiguiendo apoyo profesional y con ello la capacidad de seguir avanzando en tu carrera.
Asimismo, el regresar a ser estudiante, te permite conocer tus límites, oportunidades, retos y habilidades. Hacer una maestría, te permitirá comparar tu perfil con el de tus compañeros de trabajo que tienen una experiencia laboral muy similar a la tuya. Esta práctica puede ser muy nutritiva, sobre todo si estas dispuesto a aprender de los demás.
Te recomendamos que evalúes opciones en diferentes instituciones, que compares precios, que investigues el perfil de los maestros/doctores que impartirán las clases y sobre todo que te cerciores de que el temario de la maestría o el plan de estudios que elegiste pueda abrirte las puertas en tu carrera profesional.
Por último, si ya tomaste la decisión de hacer un posgrado, te aconsejamos que lo tomes con la seriedad que se merece, que lo disfrutes y que vayas con toda la disposición de aprender e intercambiar puntos de vista e ideas tanto con tus profesores, como con tus compañeros. Así como consideres el tiempo que tendrás que dedicar a asistir a clases o tomarlas en línea si es la modalidad que elegiste, así como a tareas y trabajos.
Muchas veces este tipo de estudios representan un gasto importante, por eso es una buena idea aprovechar las herramientas financieras para poder diferir los pagos o financiarlos. Te recomendamos que revises los beneficios de la Tarjeta de Crédito Oro Citibanamex, te da acceso a un sinfín de promociones en cientos de establecimientos y además te da la oportunidad de cambiar tus Puntos Premia por dinero en efectivo.
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